Comprender para conectar
Es curioso pensar que damos por hecho muchas cosas.
Damos por hecho que el hombre debe comportarse de acuerdo al deber ser, aprender algunas reglas y seguirlas. Reglas de urbanidad, reglas de convivencia social... Pero no podemos tomar a la persona como si fuera un robot que cumple reglas. El hombre necesita motivos más profundos para actuar, las personas no somos robots programados que no fallan. El ser humano es un ser que está luchando contra su propia debilidad. Es importante comprender que no somos perfectos, ni nosotros, ni los demás. Caemos, nos equivocamos, fallamos.
A veces nos sentimos perdidos en las relaciones con los demás porque no son lo que nosotros esperábamos, o nos viene un sentimiento de culpa cuando hemos fallado. Asumir que debemos ser perfectos nos lleva a volvernos muy críticos, con nosotros mismos y con los demás. Acepar la debilidad humana y actuar con compasión y misericordia hacia la persona que falla, es el primer paso para darle fuerza y ánimo para que logre sobreponerse y luchar por vencer esa debilidad y muchas otras.
Ser comprensivos con nosotros mismos cuando cometemos algún error es un punto clave para no estarnos recrminiando y poder aprender de esa experiencia para procurar ser un poco mejor cada dia. No asumamos la perfección de otros, ni la nuestra. Más bien comprendamos la naturaleza caída del hombre y agradezcamos cada gesto de bondad, cada palabra de ánimo y comprensión. Es grande aquel que lucha por vencer sus propias debilidades, y es más grande aún aquel que tiene compasión por el que ha fallado.