¿Qué sucede cuando invalidamos la opinión de otros en la familia?
Existe un enorme deseo en nuestro interior de ser aceptados, valorados, validados por otros. Nuestra opinión no es algo externo a nosotros sino que parte de lo que somos, deseamos y percibimos.
Tomar en cuenta la opinión del otro es valorarlo en toda su persona en cambio cuando invalidamos una opinión estamos, probablemente sin darnos cuenta, anulando a la persona misma.
¿Porque se percibe la invalidación de mi opinión como anulación de mi persona? Parecería algo exagerado, sin embargo la persona no percibe su opinión, sus deseos, su gustos, separados de su persona, sino que las percibe como un todo integrado a su persona.
Para valorar lo que el otro dice o piensa, no es necesario que estemos de acuerdo, lo único que se necesita es dar cabida a su propia necesidad de ser valorado como persona, de ser escuchado, de ser considerado.
Un hijo necesita sentirse que vale para sus padres y los padres lo muestran tomándolo en cuenta, considerándolo, ayudándolo, pero sobre todo mostrando esa aceptación de su persona.
En un matrimonio tanto uno como el otro necesitan sentirse y saberse valiosos para el otro. No vale la pena luchar por ganar o por tener la razón, más bien es importante que nuestro esfuerzo lo pongamos en aceptar, acoger y comprender al otro. Siempre tratando a las personas con el mayor respeto y consideración que es en realidad lo que más necesitamos los seres humanos y lo que nos permitirá ser una familia unida.
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